Dormir bien ayuda a quemar
grasas
De
acuerdo con un estudio de la Universidad de Chicago, mientras hacemos una dieta
para adelgazar, dormir durante toda la noche hace que se pierda más cantidad de
grasa. Concretamente, si reducimos nuestro sueño a sólo 5,5 horas perdemos el
mismo peso que tras un sueño de 8,5 horas, pero la quema de grasas se reduce a
la mitad.
Las
diferencias se deben a que, cuando se restringe el sueño, aumentan los niveles
de grelina, una hormona que estimula el hambre y reduce el gasto energético,
además de “promover la retención de grasas”, según explica Plamen Penev,
director del estudio.
"Por
primera vez, tenemos evidencias de que el número de horas de sueño puede marcar
diferencias en el resultado de una dieta de adelgazamiento”, asegura Penev. Y
añade que “si tu objetivo es perder grasa, saltarte horas de sueño es como pinchar
las ruedas de tu bicicleta”.
¿Se puede hacer el amor
dormido?
Según
el psicólogo estadounidense Michael Mangan, el llamado sexsomnio es más común
de lo que se cree, de tal manera que incluso se ha creado un foro en internet
–sleepsex.org– donde se invita a los afectados por este extraño comportamiento
a que cuenten sus experiencias. Una mujer, por ejemplo, intentaba mantener
relaciones sexuales con su pareja y acto seguido se despertaba y le acusaba de
intentar violarla.
Otra internauta explica que su marido es sexsonámbulo y que
no le importa, salvo por el molesto hecho de que empezaba a roncar tras el
coito. En el mismo foro, una afectada dice sentirse engañada porque su esposo
se masturba sin darse cuenta todas las noches. Cuando pone en peligro la
relación, este trastorno del sueño se puede tratar fácilmente con medicamentos.
Un vaso con leche y galletas es
la mejor receta contra el insomnio
Tan
importante como incluir una serie de alimentos en nuestra dieta diaria es la
hora en la que los ingerimos. Así lo asegura la catedrática de Fisiología de la
Universidad de Extremadura Carmen Barriga, especialista en Crononutrición, que
recomienda a las personas que padecen insomnio y a las que les cuesta conciliar
el sueño tomar antes de dormir un vaso de leche caliente con una cucharada de
azúcar y unas galletas.
Esta
fórmula, según explica Barriga, es la combinación perfecta, ya que tanto los
cereales como la leche son alimentos ricos en triptófano, el aminoácido
encargado en nuestro organismo de sintetizar la hormona melatonina, sustancia
implicada en la inducción al sueño.
Pero
no es el único alimento que puede ayudar a conciliar el sueño por la noche. De
hecho, todos los alimentos que contienen triptófano, o incluso serotonina o
melatonina, son idóneos para tomarlos al anochecer o en la cena. Así, los
plátanos, las cerezas, los cereales, el tomate, la lechuga, el pescado, los
frutos secos o los frutos rojos pueden ayudar a dormir bien y obtener un sueño
más reparador. Por el contrario, debe evitarse en las últimas horas del día
frutas ricas en vitamina C como la naranja o el kiwi, bebidas como el té o el
café o carnes rojas y embutidos ricos en tiroxina, "un aminoácido
precursor de las catelocaminas y dopaminas que son las que nos hacen estar
despiertos" afirma la investigadora. Estos productos es recomendable consumirlos
durante la mañana.
El
Grupo de Neuroinmunofisiología y Crononutrición de la Universidad de
Extremadura lleva años estudiando temas de Crononutrición, la disciplina que se
encarga de analizar cómo afectan determinados elementos presentes en los
alimentos a nuestros ritmos biológicos, en especial al ritmo sueño/vigilia.
Actualmente se centra en intentar a través de la nutrición actuar sobre los
problemas de insomnio en las personas mayores, en las que los niveles de
melatonina son prácticamente inexistentes. Paralelamente, se está llevando a
cabo investigaciones en el campo nutracéutico para la comercialización de un
producto concentrado a base de cerezas del valle del jerte con propiedades
dietéticas y medicinales. Este compuesto presenta propiedades preventivas y
terapéuticas frente al insomnio, el estrés oxidativo y la depresión.
Dormir con la televisión
encendida puede causar depresión
Dormir
con la luz o la televisión encendidas aumenta el riesgo de depresión, según
revela un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU) presentado en el
último encuentro anual de la Sociedad Americana de Neurociencia en San Diego.
En
sus experimentos, el investigador Rand Nelson y sus colegas trabajaron con 16
hamsters, de los cuales la mitad durmió en absoluta oscuridad mientras los
demás eran expuestos cada noche a un nivel de luz equivalente al que produce el
brillo de un televisor encendido en una habitación a oscuras (5 lux). Ocho
semanas más tarde, los animales que nunca dormían a oscuras habían visto
modificado su estado de ánimo, desarrollando depresión.
Cuando los
investigadores examinaron sus cerebros comprobaron que en la zona del hipocampo
observaron que tenían una menor densidad de vellosidades (espinas dendríticas)
en las neuronas que quienes dormían sin luz, lo que implica que la comunicación
entre sus células nerviosas se habría visto reducida. Según Nelson, los
resultados sugieren que el nivel de luz óptimo que necesita el cerebro de los
mamíferos para descansar es sorprendentemente bajo.
Los
investigadores asocian los efectos de la exposición a la luz a una hormona
llamada melatonina, que se produce cuando el cuerpo detecta la oscuridad. Entre
otras cosas, la melatonina regula el ritmo circadiano, nos ayuda a conciliar el
sueño y actúa como antioxidante. Si hay demasiada luz ambiental, el cuerpo
podría producir cantidades de melatonina inadecuadas.
¿Por qué entra sueño después de
comer?
Las
“caídas del sistema” que sufrimos tras una opípara pitanza pueden ser
responsabilidad directa de la glucosa, que hace descender en el hipotálamo los
niveles de oxerina, una clase de proteínas cuya misión es mantenernos alerta.
El pasado mes de junio, Denis Burdakov y su equipo de investigadores de la
Universidad de Manchester, en Inglaterra, demostraron que incluso una subida
casi imperceptible de glucosa disminuye sensiblemente la actividad neuronal.
Por eso, si quiere seguir despierto deberá evitar las comidas ricas en
carbohidratos o grasa; en cambio, mantendrá los ojos bien abiertos tras un
banquete de proteínas. Hay, no obstante, voces discrepantes. Según Eduard
Estivill, director de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Dexeus
de Barcelona, esta sensación de sueño simplemente responde a la necesidad de
descansar tras ocho horas de vigilia.
¿Sirve de algo contar ovejas
para dormir?
Según
un estudio realizado hace unos años por Allison Harvey y Suzanna Payne, de la
Universidad de Oxford, y publicado en la revista Behavior Research and Therapy,
el antiguo remedio de contar ovejas no nos ayuda a conciliar el sueño.
Para
demostrarlo realizaron un experimento con 50 personas, divididas en 3 grupos,
de los cuales el primero contó ovejas para intentar dormir, el segundo imaginó
escenas relajantes (el campo en primavera, el cielo, una playa paradisiaca…), y
el tercero podía escoger por sí mismo el método para combatir el insomnio.
Los
resultados mostraron sin lugar a dudas que el grupo que visualizaba imágenes
que le resultaban relajantes se dormía por término medio 20 minutos que el
resto.
¿Dormir bien nos hace ver las
cosas de otro color?
Un
reciente estudio estadounidense revela que, después de dormir una media de 7,7
horas, vemos los colores que nos rodean tal como son. Sin embargo, a medida que
avanza el día y aumentan las horas de vigilia, nuestra percepción de los colores
cambia, y percibimos el gris neutro como ligeramente verdoso o ligeramente
rosado, en función de la persona y su estado de ánimo.
“Pasar
horas despiertos nos hace clasificar progresivamente colores neutros como si
tuvieran un tono de color, mientras que dormir nos devuelve a la neutralidad en
las percepciones”, explica Bhavin Sheth, investigador de la Universidad de
Houston en Texas, que ha presentado sus conclusiones en la conferencia SLEEP
2010, que celebra cada año la Asociación Americana de Medicina del Sueño.
Dormir poco nos hace tomar
decisiones arriesgadas
La
falta de sueño potencia las decisiones arriesgadas por un exceso de optimismo,
según concluye un estudio del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham
(Estados Unidos) que se publica en la revista Journal of Neuroscience.
Utilizando
imágenes de resonancia magnética en 29 voluntarios adultos sanos, los
científicos demostraron que una noche sin dormir produce un aumento de la
actividad cerebral en regiones que evalúan los resultados positivos, así como a
una menor activación en las áreas cerebrales que procesan los resultados
negativos. Como consecuencia, en los experimentos los individuos que habían
sido privados del sueño en el estudio tendían a tomar decisiones que
enfatizaban la ganancia económica y eran menos propensos a elegir aquellas que
reducían las pérdidas.
Estudios
anteriores habían mostrado que la carencia de sueño deteriora la habilidad para
tomar decisiones, pero esta es la primera investigación que revela que la falta
de sueño puede cambiar la forma en la que el cerebro estima los valores
económicos independientemente de sus efectos sobre la atención, además de
aumentar la sensibilidad a las recompensas positivas.
Según
Michael Chee, responsable del estudio, "incluso si alguien realiza
decisiones financieras muy arriesgadas y sonadas después de una noche normal de
sueño, no hay garantías de que esta misma persona no te exponga a un riesgo
desafortunado si no ha dormido lo suficiente". Chee explica que, por
ejemplo, existen evidencias empíricas de que el exceso de horas de trabajo en
los médicos residentes conduce a un mayor número de accidentes. "Creo que
es fundamental que la sociedad al completo se aferre a los datos generados
sobre los efectos perjudiciales de la falta de sueño y valore si debemos continuar
haciendo las cosas a la antigua usanza", concluye el investigador.
Investigaciones para dormir
mejor
Cada
persona tiene gustos distintos en la cama. Hay a quien le gustan las camas
duras con almohadas altas, quien las prefiere blandas, hay quien duerme de
lado, boca abajo, boca arriba... para gustos están los colores. Pero muchas
veces, estas preferencias están motivadas por problemas cervicales, de riego
etc Desde el Grupo Lo Monaco han puesto en marcha una campaña para garantizar
el descanso en función de distintos valores científicos y médicos.
"Posturtherapy,
descanso personalizado", es el nombre que ha elegido el grupo para esta
iniciativa pionera en Europa. Después de dos años de investigación sobre el
vínculo entre el tipo de colchón, somier, etc. y el descanso de las personas,
Lo Monaco ha creado un grupo multidisciplinar para personalizar el equipo de
descanso en función de cada durmiente.
Las
preferencias a la hora de elegir la cama (colchón, somier, etc.) deben tener en
cuenta distintos aspectos: índice de masa corporal, circulación sanguínea,
higiene cervical, temperatura y los gustos individuales de cada persona. Es
exactamente sobre todos estos aspectos, sobre los que se han formado los 200
expertos del equipo de Posturtherapy, los cuales, en función de estos factores
"pueden prescribir más de 280 posibilidades en descanso que garantizan de
una forma científica la correcta individualización del equipo de
descanso", explican desde la empresa.
El
Grupo Lo Mónaco ha destinado un 10 por ciento de su facturación a crear este
grupo multidisciplinar, en lo que la compañía ha denominado como parte de su
"compromiso con la innovación".
Este
"descanso personalizado" llegará a los consumidores en forma de
campañas, ya sean a través de la televisión o por Internet. A día de hoy ya
puedes realizar los test y las simulaciones de Posturtherapy en la web.
Dormir la siesta combate el
estrés
Investigadores
del Allergheny College de Pennsylvania (EE UU) demuestran que una siesta diaria
de al menos 45 minutos hace que disminuya la presión arterial de quienes han
sufrido un día de estrés con mucha tensión psicológica.
Según
afirman en el último número de la revista International Journal of Behavioral
Medicine, las largas jornadas laborales, el trabajo por turnos, la televisión e
Internet están afectando en la calidad del sueño, hasta el punto de que los
ciudadanos duermen una media de casi dos horas diarias menos que hace medio
siglo. Esto afecta a la salud a largo plazo y, de hecho, hay estudios que
relacionan la falta de sueño con un mayor riesgo de hipertensión y problemas
cardiovasculares.
Para
tratar de reducir este impacto, los investigadores Ryan Brindle y Sarah Conklin
analizaron si dormir la siesta podría influir en la recuperación cardiovascular
después de una prueba de estrés mental. Para ello seleccionaron a 85
universitarios sanos que fueron divididos en dos grupos, de modo que a algunos
de los participantes se les asignaba una hora al día en la que podían dormir
durante al menos 60 minutos. Al mismo tiempo, los estudiantes completaron unos
cuestionarios para evaluar la calidad del sueño y conocer su actividad diaria,
mientras que también se midió su presión arterial y el ritmo cardiaco.
De
este modo, observaron que la siesta parecía tener un efecto reparador en los
estudiantes ya que, aunque en todos la presión arterial y el ritmo cardiaco
aumentaba durante el inicio de su jornada, aquellos que dormían siesta
presentaban un descenso de ambos marcadores. Estos resultados eran más
evidentes cuando los estudiantes dormían entre 45 y 60 minutos al día.
Según
los investigadores, “los hallazgos sugieren que la siesta puede acelerar la
recuperación cardiovascular después de una situación de estrés mental”.
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